El elemento central sobre el que se articula todo el modelo de aprendizaje es el aprendizaje colaborativo basado en retos.
El planteamiento de una situación problemática, su transformación hacia un reto, así como la totalidad del proceso hasta la obtención de un resultado está estructurado partiendo tanto de las competencias técnicas y específicas de cada ciclo como de aquellas competencias transversales que en este momento tienen un carácter estratégico, tales como la autonomía, la implicación y la comunicación.