A pesar de que en el entorno industrial actual se han dado pasos hacia la igualdad de mujeres y hombres, el objetivo del Centro Integrado de Formación Profesional Miguel Altuna es romper las desigualdades arraigas en nuestra sociedad. Para minimizar esta laguna, acabamos de aprobar y poner en marcha el I Plan para la Igualdad de Mujeres y Hombres y la Perspectiva de Género, que forma parte de la transformación. Por su parte, Miguel Altuna LHII quiere ser un referente para que los demás centros de Formación Profesional de la zona sigan el mismo camino.
Dada la fuerza de las áreas industriales en el centro e históricamente la escasa presencia de mujeres en estos sectores industriales, el centro vió la necesidad de elaborar un plan de igualdad.
En primer lugar, se integró en el Plan Estratégico del centro convertido en una acción imprescindible. Posteriormente, el siguiente paso fue crear una comisión de igualdad y conocer el punto de vista de los diferentes aspectos que forman parte del centro, de cara a disponer de un diagnóstico. Una vez entre manos el diagnóstico, se procedió a estructurar el plan. En todo este proceso, Ncuentra nos ha acompañado asesorando en cada paso dado.
A pesar de la ardua labor de planificación, ésta se ha convertido en placentera y la que actualmente está en marcha en el Centro Integrado de Formación Profesional Miguel Altuna. Esperando que los centros de Formación Profesional de la zona tomen como modelo.
El I Plan para la Igualdad de Mujeres y Hombres y la Perspectiva de Género está diseñado para los próximos 3 cursos y tiene como base y referente la Ley 4/2005, de 18 de febrero, para la Igualdad de Mujeres y Hombres, así como el Real Decreto 901/2020. Por último, señalar que responden a las directrices del Departamento de Educación del Gobierno Vasco y de la Viceconsejería de Formación Profesional en relación con los centros de FP de Euskadi, así como al V Plan de Formación Profesional de Euskadi.
Este Plan incluye 6 ejes, lo que supone la fijación de 24 objetivos, asignando al menos una acción a cada uno de ellos. El último paso es relacionar los indicadores de medición de acciones para que el funcionamiento y eficiencia del plan sean medibles.